SILICOSIS: un grave problema de salud.
Cuando se
aplica chorro de arena (“sandblasting”)
como método de preparación de una superficie metálica previo a la aplicación de
una pintura protectora, se está exponiendo al personal a un riesgo grave: la
silicosis.
Los granos
de arena golpean sobre la superficie y se rompen en pequeñas partículas que
forman una nube. Estas partículas permanecen cierto tiempo flotando en el aire
y en caso de ser respiradas sin ninguna protección se alojan en los alveolos
pulmonares provocando una disminución considerable de la capacidad
respiratoria. Esto puede afectar tanto al aplicador del chorro de arena como a
otras personas que se encuentren en el área circundante. Desplazada por el
viento, la nube de polvo de arena puede llegar a zonas ubicadas a cierta
distancia por lo cual siempre se debe verificar la dirección de los vientos
antes de ubicar a los aplicadores de chorro de arena en un proyecto en campo.
En plantas
de revestimiento de tuberías se utiliza granalla de acero – que no produce
polvos tóxicos en la atmósfera – utilizando un equipo como el que se ve en la
siguiente fotografía.
También
existen cámaras de aplicación cerradas que permiten el uso de chorro de arena
porque el polvo resultante no sale al exterior.
Para pequeñas piezas que requieran chorro de arena se han
diseñado modelos como el siguiente:
Estos aparatos, parecidos a incubadoras de bebes, permiten
introducir los brazos por mangas de goma protectoras y a través de una ventana
de vidrio se ve el área de operación. Son ideales para mantenimiento de piezas
en ambientes corrosivos porque permiten preparar la superficie con alta calidad
y posteriormente aplicar el revestimiento correspondiente.
¿Cuántas capas de pinturas debo aplicar?
Independientemente del tipo de pintura, la preparación de superficie o la técnica de aplicación, si queremos proteger de la corrosión a una superficie metálica debemos utilizar el cálculo de probabilidades para entender la cantidad de capas mínima que me aseguren que el metal estará aislado del ambiente.
Empecemos por recordar que no existe pintura que no tenga poros. En consecuencia, si aplicamos una sola capa de pintura, existe un 100% de probabilidad de que quede metal expuesto al ambiente.
Ahora la pregunta que surge es la siguiente: si aplico una segunda capa, ¿que probabilidad existe que un poro de la primera coincida con un poro de la segunda?
El cálculo indica que la probabilidad es aproximadamente del 10%. Esto quiere decir que todavía hay un riesgo elevado de exposición del metal al ambiente y, en consecuencia, de que sufra corrosión.
Apliquemos una tercera capa. Ahora el cálculo nos dice que la posibilidad de que un poro de cada una de las tres capas coincida con un poro de las otras dos es aproximadamente de 0,1%. Esto nos reduce significativamente el riesgo de que el metal quede expuesto al ambiente.
CONCLUSIÓN: siempre se debe aplicar un mínimo de 3 (tres) capas de pintura, independientemente la preparación de superficie, del tipo de pintura o de la técnica de aplicación.
RECOMENDACIÓN: no importa si el vendedor de pintura le dice que con su pintura una sola capa es suficiente. Siempre aplique un mínimo de tres capas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)