Independientemente del tipo de pintura, la preparación de superficie o la técnica de aplicación, si queremos proteger de la corrosión a una superficie metálica debemos utilizar el cálculo de probabilidades para entender la cantidad de capas mínima que me aseguren que el metal estará aislado del ambiente.
Empecemos por recordar que no existe pintura que no tenga poros. En consecuencia, si aplicamos una sola capa de pintura, existe un 100% de probabilidad de que quede metal expuesto al ambiente.
Ahora la pregunta que surge es la siguiente: si aplico una segunda capa, ¿que probabilidad existe que un poro de la primera coincida con un poro de la segunda?
El cálculo indica que la probabilidad es aproximadamente del 10%. Esto quiere decir que todavía hay un riesgo elevado de exposición del metal al ambiente y, en consecuencia, de que sufra corrosión.
Apliquemos una tercera capa. Ahora el cálculo nos dice que la posibilidad de que un poro de cada una de las tres capas coincida con un poro de las otras dos es aproximadamente de 0,1%. Esto nos reduce significativamente el riesgo de que el metal quede expuesto al ambiente.
CONCLUSIÓN: siempre se debe aplicar un mínimo de 3 (tres) capas de pintura, independientemente la preparación de superficie, del tipo de pintura o de la técnica de aplicación.
RECOMENDACIÓN: no importa si el vendedor de pintura le dice que con su pintura una sola capa es suficiente. Siempre aplique un mínimo de tres capas.
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