Lago de Maracaibo

Es un lago abierto al mar cuya actividad petrolera se desarrolla desde principios del siglo pasado. Posee actualmente la mayor red de tuberías sub-acuáticas del mundo, más de 20.000 km (si, leyó bien, más de veinte mil kilómetros). El agua varía en su composición: en la entrada del Golfo de Venezuela (mar Caribe) es salada y progresivamente se va endulzando por el aporte de ríos, de modo que se considera "salobre". La Figura 1 muestra los sistemas de protección catódica que se utilizan.




 Los tramos verticales se protegen con ánodos de sacrificio de aleación de magnesio y las redes horizontales con sistemas por corriente impresa. Veamos la forma en que se instalan los ánodos de magnesio (Figura 2).


Se trata de ánodos cilíndricos de 50 libras (aprox. 23 kg) con eje de tubo de acero. Se sueldan los extremos de dichos tubos entre si y se cuelga el conjunto con un cable o guaya de acero que atraviesa el conjunto y se suelda en el extremo inferior. El cable actúa como soporte y como conductor de la corriente galvánica. En años recientes la empresa Shell comenzó a utilizar - en base a diseño nuestro - ánodos de sacrificio en forma de brazaletes, tal como se observa en la fotografía siguiente.




Este sistema, de uso común en el Mar del Norte, no se había empleado nunca en el Lago de Maracaibo. Las mediciones de potenciales mostraron que la red de tuberías está adecuadamente protegida con un mantenimiento mínimo y una vida útil estimada en 20 (veinte) años. En la zona de salpicado se reviste el tramo de tubería vertical con una cinta de neopreno aplicada en caliente, como se observa en la fotografía siguiente.



Podemos observar la brida o flange donde se instala una empacadura aislante y se conecta el tramo inferior al rectificador mediante un cable. Ahora despidámonos del Lago de Maracaibo con una vista general de uno de sus áreas productivas.




No hay comentarios:

Publicar un comentario